Clamidiosis Felina: Mi gato tiene los ojos llorosos e inflamados

Quién haya sufrido alguna vez de una conjuntivitis bacteriana sabe lo molesta, incómoda y lo contagiosa que puede llegar a ser. Ojos enrojecidos, inflamación, picores, continuo lagrimeo…síntomas que no te dejan trabajar, leer ni seguir tu vida con normalidad ¿verdad? Sin embargo, este tipo de infecciones oculares no son problemas exclusivos de los humanos. Nuestras mascotas, más concretamente los gatos, también pueden padecer este tipo de patologías y mostrar señales similares.

¿Alguna vez has notado que tu gato tiene los ojos excesivamente llorosos y  muy rojos? Lo más seguro es que se haya contagiado de Clamidiasis ocular felina. Sino has oído hablar de esta infección y quieres saber si tu gato la padece, cómo tratarla o qué medidas tomar para prevenirla, toma buena nota de los consejos que a continuación te revela el equipo del Hospital Veterinario Nacho Menes.

¿Qué es la Clamidiasis ocular felina y cómo se contagia?

Es causada por la bacteria Chlamydophila felis y afecta tanto a los ojos como al tracto respiratorio superior de nuestros mininos. Se suele transmitir cuando existe un contacto directo con secreciones nasales y oculares de otros gatos que han sido previamente infectados, ocasionándoles conjuntivitis leves o constantes y eventuales cuadros de rinitis.

Por esa razón, aunque afecte a felinos de todas las edades y razas, es más común que se dé entre gatos más jóvenes criados en refugios, comunidades o en hogares donde conviven varios. El periodo de incubación suele durar entre 3 y 10 días aproximadamente.

Síntomas comunes de la Clamidiasis Felina

Al igual que nos ocurre a los humanos uno de los primeros signos visibles que podemos detectar en nuestro gato es que sufre de un lagrimeo constante que se puede volver cada vez más viscoso si no se trata a tiempo. También suele ir acompañado de enrojecimiento e inflamación en uno e incluso en ambos ojos.  En el caso de que el problema persista también pueden aparecer otros síntomas que te enumeramos a continuación:

  • Ojos llorosos e inflamados.
  • Parpadeo excesivo. “Guiña mucho los ojos”
  • Conjuntivas enrojecidas e inflamadas.
  • Pérdida de apetito y de peso.
  • Secreción nasal y estornudos cuando existen cuadros de rinitis.
  • Pulmonía cuando el caso es extremo. Aunque esto ocurre rara vez.

Tratamientos veterinarios

Si hemos detectados alguno de los síntomas descritos anteriormente en nuestro amigo peludo lo mejor es que acudamos a su veterinario de confianza para cortar cuanto antes la infección ocular que padece. Una vez que el especialista haya realizado un examen oftalmológico completo, realizado pruebas de laboratorio que nos confirmen el diagnóstico de Clamidiasis y que no esté complicada con otros agentes víricos y es muy importante que sigamos a rajatabla el tratamiento antibiótico que nos prescriba para que no vaya a más.

Los tratamientos suelen tener una duración máxima de cuatro semanas y los fármacos que habitualmente se recetan en estos casos son:

  • Gotas oculares o colirios.
  • Antibióticos sistémicos vía oral o endovenosa.
  • Otros fármacos.

Prevención y cuidados

Como ya indicamos en párrafos anteriores la clamidiasis es una enfermedad ocular felina que tiene el riesgo de contagiarse cuando hay muchos gatos reunidos en un mismo recinto. Por esa razón una de las primeras medidas que se deberían de tomar es el aislamiento. Es decir, separar a los gatos sanos de los enfermos para evitar que la infección se transfiera y se propague.

Otro método que ayuda a reducir el riesgo de clamidiasis felina es la vacunación. Aunque esta medida preventiva no garantice que nuestro gato la desarrolle en el futuro, si resulta altamente eficaz a la hora de mitigar los molestos síntomas cuando aparece.

También es importante mantener siempre limpias, higiénicas y desinfectadas tanto las zonas donde suele dormir o comer nuestro gato como los objetos y accesorios que utiliza a diario como juguetes, rascadores, su caja de arena etc.

En el caso de que nuestro compañero felino ya esté afectado de clamidiasis es importante limpiar a diario su nariz y ojos con toallitas específicas o gasas limpias humedecidas con soluciones que te indique el veterinario.

 Conclusión

Sin duda, la mejor forma de prevenir la clamidiasis felina es ofrecer a nuestros gatos los cuidados necesarios que le permitan fortalecer su sistema inmunológico y no exponerle a situaciones de riesgo.

Pero sobre todo la medida que resulta más efectiva para tu minino es aplicar la medicina preventiva. Esto significa hacer visitas periódicas a su veterinario cada seis meses, respetar su calendario de vacunación y llevar a cabo las desparasitaciones periódicas habituales.

En el caso de que ya hayamos detectado alguna patología en los ojos de nuestro gato es fundamental realizarle todas las pruebas oftalmológicas que sean necesarias como hacemos en el Hospital Veterinario Nacho Menes y que incluyen, entre otras pruebas, pruebas de laboratoriotest de Schirmer, un examen oftalmoscopio, ecografía y escáner ocular o test genéticos para detectar enfermedades oculares hereditarias.

Si quieres que tu gato siga siendo feliz, que disfrute de una buena calidad de vida y que siga manteniendo esa mirada felina que te enamora no descuides su salud ocular.