¿Puedo alimentar a mi perro o gato con comida casera?

La alimentación es uno de los aspectos del cuidado de nuestros perros y gatos más importantes y que más afectan a su salud. Son numerosas las ocasiones en que se nos plantean a los veterinarios preguntas en relación a la idoneidad o no de alimentarles con dietas caseras y cómo hacerlo. La inmensa mayoría de los alimentos comerciales vienen formulados con todos los ingredientes necesarios, en la proporción adecuada y son seguros, pero si deseamos alimentar a nuestros compañeros con comida casera a continuación vamos a tratar de dar respuesta a algunas de las cuestiones claves en relación a este tema.

¿Qué debe obtener mi perro o gato de una ración casera?

Un perro o gato debe de obtener de su ración todos los nutrientes (vitaminas, minerales, proteína, etc.) que le son imprescindibles para estar sano. En algunos animales que sufren de enfermedades concretas  dar uno u otro nutriente en proporciones específicas puede favorecer al tratamiento de su enfermedad. Los ingredientes que se incluyen en la ración aportan uno o varios de estos nutrientes.

¿Qué significa que una ración es completa y equilibrada?

El alimento completo y equilibrado es aquel que mediante el global de sus ingredientes aporta los nutrientes y energía necesarios y convenientes a cada animal en concreto y por lo tanto no va a causar ninguna deficiencia o exceso de nutrientes que puedan afectar a su salud.

¿Qué significa que una ración es individualizada y adaptada?

La ración debe de adaptarse a la situación y condiciones de cada animal en concreto y su aporte en nutriente y energía va a ser único y específico. Las raciones generalistas no tienen esto en cuenta y aunque dos animales se puedan parecer, lo que puede ser adecuado para uno puede que no lo sea para el otro.

¿Por qué no puedo dar a mi perro o gato lo mismo que como yo?

Cada especie tiene necesidades nutritivas específicas. Esto significa que los nutrientes que necesita un ser humano no son los mismos ni en las mismas cantidades que necesita un perro o un gato. Por eso la ración que asegura el aporte de todos los nutrientes que necesita mi mascota no tiene por qué parecerse a lo que nosotros comemos ni incluir los mismos nutrientes. Además algunos productos perfectamente seguros para los humanos resultan tóxicos o dañinos para nuestras mascotas.

Mi mascota come variado, con lo que seguro que recibe todos los nutrientes que necesita ¿no?

Una dieta variada no garantiza una ración completa. Aunque variemos algunos ingredientes de la ración un día y el siguiente, algunos nutrientes van a ser insuficientes en todos los menús. Así por ejemplo, si cambiamos un tipo de carne por otra (un día decido dar un muslo de pollo en vez de un solomillo de cerdo) estamos cambiando los nutrientes que aportamos al animal, ya que cada tipo de carne o pescado, incluso cada corte (muslo o pechuga de pollo por ejemplo) varía en su composición nutritiva, y por lo tanto, podemos estar causando sin querer deficiencias o toxicidades de algunos nutrientes. La forma más efectiva de asegurar una ración completa es realizar varios (si es posible) menús completos y equilibrados, así nos aseguramos que nuestro perro o gato recibe todos los días todos los nutrientes que necesita en las proporciones adecuadas y no dejamos esto al azar.

Conozco animales que comen raciones que no han sido evaluadas y balanceadas y no les pasa nada ¿por qué?

La falta de nutrientes en la ración va a tener consecuencias para la salud de nuestras mascotas. Aunque algunas deficiencias darán problemas evidentes rápidamente, esto no siempre es el caso. Los perros y los gatos tienen cierta resistencia a períodos de hambruna, con lo que los signos de deficiencia de ciertos nutrientes suelen darse a medio y largo plazo y de forma muy sutil. Puede que durante un tiempo más o menos largo no observemos signos externos de deficiencia en el animal, aunque a nivel metabólico los haya y muy graves. La carencia de calcio, por ejemplo, va a ser compensada por el organismo movilizando masa ósea y debilitando todo el esqueleto progresivamente, entre otras alteraciones, pero no va a ser hasta meses o años de carencia que voy a observar sus consecuencias como cojeras, fracturas, etc.

¿Por qué la ración debe de ser  fija? ¿Puedo variarla?

El placer por comer variado es algo ligado a algunas culturas humanas, como la nuestra. Nuestros animales pueden comer lo mismo todos los días sin aburrirse si lo que les damos les gusta. Para introducir nuevos productos a la alimentación, podemos hacerlo como extra, recompensa o porque nos apetece, eso sí, en las cantidades recomendadas para no desequilibrar la ración que debe estar formulada para ser completa y no dar más calorías de las necesarias. Siempre es mejor preguntar a nuestro veterinario antes de dar un nuevo extra para que nos asesore en las cantidades adecuadas y asegurarnos que no se trata de un producto tóxico o que va a ser dañino si sufre alguna enfermedad.

¿Las raciones incluyen carnes crudas?

Cocinar los alimentos, y en especial las carnes que vamos a dar a nuestras mascotas permite que no tengamos riesgos sanitarios ni ellos ni nosotros. En la superficie de la carne puede haber patógenos (por eso nosotros tratamos las carnes antes de comerlas cocinándolas aunque sea poco, marinándolas, etc.) que pueden pasar a nuestras mascotas al ingerirlas y pueden causar enfermedades (sobre todo en animales con las defensas bajas como cachorros o animales mayores). Aunque nuestra mascota no enferme esas bacterias van a estar en sus heces y al interaccionar con ellos o con nuestro entorno común pueden pasar a nosotros pudiendo causarnos enfermedad. Este riesgo ha sido reconocido por varias organizaciones veterinarias a nivel internacional. Además los beneficios de la alimentación con carne cruda no están muy claros. Por todo ello no es recomendable la alimentación en base a carne cruda y es mejor que si se hace esté cocinada.

Como conclusión podemos decir que si deseamos alimentar a nuestro compañero con comida casera debemos de hacerlo con una ración completa, equilibrada y segura. Para ello debemos de buscar el asesoramiento de un veterinario especializado en nutrición para que nos elabore una individualizada y debemos de huir de recetas caseras o de algunas que podemos encontrar en Internet, si no queremos poner en riesgo su salud.