Virus de la inmunodeficiencia felina versus virus de la leucemia felina

El virus de la inmunodeficiencia felina (FIV) y el virus de la leucemia felina (FeLV) pueden causar diferentes enfermedades, pudiendo ser muy graves en  los gatos infectados. Estos virus sólo infectan a los gatos, no a las personas.

¿Qué es el virus de la inmunodeficiencia felina (FIV)?

El virus de la inmunodeficiencia felina se difunde a través de la saliva y a través de las heridas producidas por mordeduras. Debido a esto es más común en gatos no castrados y en gatos que se pelean con otros gatos. El porcentaje de gatos infectados por FIV varía en diferentes áreas del mundo (por ejemplo en EUA es del 3- 5% o en Reino Unido es del 6%)  y entre las diferentes poblaciones de gatos (por ejemplo gatos caseros comparados con gatos de campo o callejeros).

El virus de la leucemia felina (FeLV)

El virus de la leucemia felina es más frecuente en gatos que viven juntos y puede transmitirse de madres a hijos y entre gatos que se pelean. También se puede transmitir a través de gatos que se acicalan entre ellos o cuando comparten comederos y bebederos. El porcentaje de gatos infectados por FeLV varía en diferentes áreas del mundo (por ejemplo en EUA es del 4 % o en Reino Unido es del 1-2%)  y entre las diferentes poblaciones de gatos (por ejemplo gatos de colectividades, criaderos o en casas de más de un gato pueden estar infectados más del 30% de los gatos).

Signos de infección

Un gato que se acaba de infectar por FIV muestra signos moderados de enfermedad como fiebre o una disminución del apetito, estos signos no duran más de uno o dos días, después el gato vuelve a la normalidad. Después de los primeros días de infección el gato puede no estar enfermo durante meses o años aunque estos gatos, sí que pueden infectar a otros gatos. A lo largo de la vida del gato la infección puede reactivarse y mostrar signos de enfermedad y cuando el virus está activo puede debilitar el sistema inmune, haciendo que el gato esté en riesgo de sufrir otras infecciones y también puede producir cáncer. Al virus le puede llevar muchos años reactivarse otra vez, por lo tanto muchos gatos infectados por FIV pueden tener vidas largas y saludables.

La primera vez que el gato se expone a FeLV, puede no mostrar ningún signo de enfermedad, incluso algunos gatos expuestos pueden eliminar el virus completamente de su organismo. Hay gatos que son capaces de controlar la infección previniendo la enfermedad, y en otros la infección será activa produciendo problemas como anemia o cáncer. Estos problemas pueden ser severos o incluso fatales.

Diagnóstico del FIV y FeLV

A los gatos se les puede realizar un test para detectar la infección por FIV o FeLV, existiendo muchos momentos de la vida del gato en el cual el veterinario recomiende hacerlo, como por ejemplo si el gato enferma. Si es un gato que sale fuera de casa el veterinario recomendará hacer el test regularmente, o si llega un gato a casa o se adopta un nuevo gato, también se aconsejará realizarlo.

Si el gato es positivo a FIV o FeLV el veterinario tendrá que realizar pruebas adicionales, incluso si el test es negativo puede ser necesario tener que realizar un nuevo test en el futuro.

Prevención

No existen vacunas que protejan frente a la infección por FIV en España, sin embargo sí que existen muchas vacunas disponibles frente a la infección por FeLV. Ninguna tiene un 100% de protección efectiva, por lo tanto un certificado de vacunación no sustituye a un test de FeLV negativo. El veterinario podrá asesorar cuales son las necesidades de vacunación para cada caso.

Manejo de gatos infectados

No existen tratamientos efectivos para deshacerse de la infección. El tratamiento debe ir dirigido al mantenimiento de la calidad de vida y a mantener  al gato sano  el mayor tiempo posible. El veterinario realizará análisis de sangre regularmente y preventivamente se vacunará y desparasitará a estos gatos. Es importante que coman una dieta comercial de alta calidad.

Los gatos infectados deben vivir dentro de casa para no infectar a otros gatos y a otros gatos que vivan en la misma casa se les debe realizar el test para FeLV y FIV. En algunos casos puede ser necesario tener que separar a los gatos para evitar la transmisión, el veterinario te ayudará a determinar cuál es el mejor plan para ellos.

El estrés puede ser un factor importante para que el virus se vuelva activo. Si hay otros gatos en casa y el número de comederos, bebederos, areneros es pequeño puede ser motivo de estrés, ya que a los gatos no les gusta compartir. Mantener los areneros, comederos y bebederos limpios también es muy importante. Existen guías para mejorar el entorno del gato, no dudes en solicitarlas si las necesitas.

El  veterinario te ayudará a cuidar y proporcionar la mejor calidad de vida de gatos infectados por FeLV o  FIV. Realizando revisiones regulares y manteniendo una vida  con un bajo nivel de estrés, puede vivir una vida feliz y saludable durante muchos años.

El post es una adaptación realizada por Margarita López, Veterinaria del Hospital Veterinario Nacho Menes, de la ISFM 2020 para el manejo de FeLV FIV.